Seminario El gesto vocal

“Desnuda de supuestos y cotidianos obvios, la voz vuelve a ser un problema de la boca, de la respiración, del volumen, de la espera, de la atención constante a nuestros interlocutores y sus circunstancias, del silencio… la voz vuelve a ser un Gesto, un Acto Voluntario e Intencionado de escucha y emisión.
Hoy tenemos la alegre oportunidad de invitarles a este esfuerzo por dar un empuje académico al pensamiento y la sensibilidad vocal en el contexto de la formación pedagógica. Los profesores tienen a la Voz en la primera línea de su oficio y confiamos en que instancias como estas aporten a la profesionalización y sensibilización de su uso.
‘El Gesto Vocal’ es una invitación a compartir y reflexionar sobre este acto de Hacer sonar la Voz y de Estar a la escucha del sonar de otras voluntades.”

Con esta entrada a modo de provocación, nos sumamos al Seminario El gesto vocal: hacer sonar y estar a la escucha, organizado por Gonzalo Ramos desde la Escuela de Pedagogía Artística de la Universidad Católica Silva Henríquez. En tres días, del 16 al 18 de octubre, se convocaron sendas sesiones dedicadas respectivamente a la expresión y afectación de la voz, la salud vocal y sus asedios éticos, y los compromisos políticos de la voz.

Para la tercera sesión, titulada “El gesto vocal colectivo: Compromisos políticos de la Voz”, participamos como ponentes junto a Natalia Aravena (Directora de Coro) y Carolina Martinez (Directora de Murga). Allí nos interesó poner a discusión los límites del concepto de homofonía para pensar las voces grupales en distintas músicas populares: cueca, música andina y pop independiente. Así, recordamos ideas previas sobre el funcionamiento del engranaje del canto a la rueda en La Gallera y la síntesis vocal en el canto de Illapu; mientras que nos preguntamos por el ensamblaje de las voces armonizadas en Yorka y la superposición de voces grabadas por Lorena Pulgar para Chicarica.